sábado, 4 de julio de 2009

Era un Armadillo...Era un Jerre Jerre

Rafael Escalona alguna vez dijo:

Yo iba a dispararle
pero me puse a pensar
que ese animalito
quizás tenía su mujer
y la pobrecitasola iba a quedar
claro que la culpa
seria de Rafael.
En este caso no sé si el nombre de las personas que estaban vendiendo estos animalitos a la orilla de la carretera eran Rafael, Juan o Andrés, lo único que sé es que al monte como le dicen a su hogar no regresarían, me dio pesar ver como los ofrecían a las personas para que prepararan sus “exquisitos platos”. Fue en ese momento cuando entré en pequeñas discusiones con las personas con las que viajaba, algunos comentaban el hecho de que comer estos animales corresponde a costumbres, como comer iguana o ñeque y que estas deben conservarse porque muchos de estos hábitos se han ido perdiendo, pero era en este punto cuando me preguntaba si de verdad valía la pena conservarlas sacrificando a estos animalitos?, Aquí entré en un conflicto conmigo misma ya que me considero una persona amante de las costumbres de un pueblo puesto que estos les genera identidad y ayudan a preservar una historia, pero rechazo a las personas que no son consientes que este tipo de animales se encuentran en vía de extinción y que si no los protegemos pueden desaparecer en cualquier momento, en este caso prefiero sacrificar la costumbre o habito, invito a las personas a proteger a estos animales y a no comprarlos para consumirlos puesto que si continúan consumiéndolos al paso de unos años solo los podremos ver en imágenes fotográficas.